Nuevas Oportunidades: “El fin del futuro singular para crear impacto desde el diseño”

Febrero 16, 2021 Por Rodrigo Opazo

“No se debe prever el futuro, hay que prepararse para él”

Maurice Blondel

 

Durante muchos años, hemos entendido el futuro como un lugar predeterminado dentro de una línea de tiempo, que inevitablemente acontece después del presente. El contexto actual, representado por la crisis sanitaria, el empoderamiento de la ciudadanía, el cambio climático, las economías volátiles y las nuevas tecnologías, nos hacen reflexionar respecto a lo fundamental que se vuelve entender que no existe solo un camino desde el presente hacia el futuro, sino más bien, múltiples futuros posibles y cada uno de ellos, con sus propias incertidumbres, variaciones y probabilidades.

 

 

Una de las representaciones gráficas más interesantes y recurrentes respecto a lo anterior, son los conos de futuro, herramienta utilizada en ámbitos de prospectiva, diseño especulativo y anticipación estratégica. Entender los tipos de futuros hoy se ha transformado en una ventaja competitiva para distintas entidades públicas y privadas, fomentando su capacidad adaptativa a la hora de proyectar el porvenir e impulsando la proactividad y agilidad al momento de enfrentar aquellos desafíos venideros.

 

Este tipo de pensamiento radicalmente abierto, avanza hacia nuevas perspectivas de innovación, posicionando al diseño como un pilar estratégico dentro de las instituciones y dejando en evidencia el impacto que es capaz de producir. Tener conocimiento sobre los futuros posibles permitirá a las organizaciones posicionarse adecuadamente para capitalizar nuevos espacios de oportunidad y desarrollar iniciativas que les permitan seguir operando, y aprovechar nuevos mercados de manera temprana. Por esta razón, no es extraño que grandes agencias o empresas a nivel mundial como es el caso de la Nasa o Google respectivamente, están empezando a implementar metodologías de diseño especulativo, contratando guionistas de ciencia-ficción para que participen de manera estratégica dentro de sus equipos, aprovechando su capacidad y habilidad para poder pensar que pasará de aquí a cinco, diez o los próximos cien años. 

 

Probablemente sean este tipo de estrategias y elementos de diseño, aquello que generará el debate sobre el aspecto y uso de la tecnología, el desarrollo de las empresas o las nuevas formas de construcción social, generando así nuevos hilos de pensamientos, y por lo tanto, futuros alternativos. Los diseñadores no podemos dejar que nos atrape la idea de lo cotidiano y enfocarnos en el presente inminente, es parte de nuestra responsabilidad no esperar que el futuro ocurra, por el contrario, facilitar la creación de aquellos futuros potencialmente posibles.